Festejo que pesó un poco a lo largo de la tarde y que no terminó de romper como se esperaba. Cierto, que no fue la novillada triunfal del año pasado, pero también lo es, que saltaron novillos con ciertas posibilidades. El lote más deslucido se lo llevó Varea, pero Clemente tuvo un cuarto que se dejó mucho y pudo cambiar el resultado de la tarde. Una oreja cortó Marínpor su saber hacer y actitud personal. Quizás esa sea la actitud que se echó en falta en sus otros compañeros, algo más, un punto más que sólo la justificación y voluntad.
La oreja llegó en el quinto, despegado del suelo, largo de manos y ofensivo. Resultó algo abantó en los primeros tercios sin que pasara nada de gran relevancia. Sin embargo la cosa cambió en positivo cuando el buen Fuente Ymbro se puso a embestir y rompió por derecho. Gran novillo en la muleta. Ginés con oficio, entendió y aprovechó a su oponente en una faena variada e inspirada. Se vieron pasajes bellísimos por ambos pitones y un toreo ligado, pero sobre todo, un novillero con personalidad y cuajo. Con la diestra acompasó con la cintura y ofreció la muleta muy abajo. Al natural, siempre encajado y largo, lo rompió exigiendo. Incluso hubo inspiración e invención como cambios por la espalda y la ruzina. Cotas bellas y expresivas dentro de una notable labor. Ginés toreo con regusto y Sevilla se entregó. Pinchazo, estocada y oreja.
Ginés Marín, con el otro que abrió el lote, ganó terreno en cada lance al segundo e interpretó la verónica con desparpajo. De igual forma, suave, manejo el percal en el galleó por chicuelinas para meterlo en terrenos del picador. El Fuente Ymbro embistió con alegría al caballo por dos veces. Astado de Ricardo Gallardo que mantuvo buen tranco en banderillas y en las primeras arrancadas con la muleta. Gines también brindó al público una faena que al final resultó interesante. Hubo armonía en los inicios con la diestra, con un par de tandas muy prometedoras por su ejecución. Ligazón y estética con un novillo echando la cara abajo. Con la franela en la izquierda, también surgió en natural de limpieza y recorrido. Pero de mitad de labor hacía delante, bajó la intensidad del trasteo porque el novillo se vino a menos. Marín acortó las distancias y mantuvo el interés por actitud, más descarado y metido entre pitones. Personalidad en su labor y buenas formas. Estocada, petición y vuelta al ruedo.
La terna la encabezaba Clemente y al abreplaza lo recibió con decoro con el capote pero sin llegar ahormar la ovación. El novillo bien presentado, sin estridencias, cumplió en el caballo. Durante la lidia dejó ver virtudes como la humillación y la obediencia. A este le soplaron hasta tres quites, dos de Clemente y uno Marín. En banderillas, prosiguió con buen son aunque quizás un punto sosito. El joven novillero brindó al respetable su primera labor. Quehacer que no alcanzó cotas porque nunca apretó a su oponente y cuando lo hizo, respondió con claridad por el pitón izquierdo. Única tanda de mayor transmisión y limpieza. El francés no atravesó la línea y actuó como un matador con bagaje. Planteamiento por ambos pitones pero con demasiada sosería, tal vez contagiado de su oponente, un animal que se dejó torear sin más. Mal con los aceros. Silencio tras aviso y palmas al estado.
El cuarto, pareció en los primeros tercios tener las fuerzas justas. Sin embargo en la lidia se desplazó con boyantía. Cambió a mejor y se vino arriba en el tercio de banderillas incluso después de una fuerte pirueta. Antes con el capote dijo poco Clemente en un recibo insulso. Novillo despegado del suelo, altón y no demasiado atacado de carnes. El utrero llegó con garantías al último tercio ofreciendo movilidad y recorrido. Con él, Clemente instrumentó una labor muy larga con muletazos por uno y otro pitón pero sin decir nada. Puso tensón en su quehacer pero muy poca alma. Al final el astado se aburrió y no pasó nada. Lástima porque tuvo unas cuantas embestidas que debieron ser suficientes para caldear el cotarro.Silencio.
El otro debutante que completaba el cartel era Varea. Buen capote del valenciano. Dibujó lances con cadencia y gusto ante el tercero. El melocotón repitió en el saludo y entregó varias embestidas con son. Otro que fue con prontitud al caballo y se dejó pegar sin meter riñones.Varea brindó a un particular pero su faena no tuvo calado.
Se enfrentó a un novillo bajo de raza, sin transmisión con el que intentó todo. Cogió ambos pitones pero no pasó de correcto y voluntarioso. Estocada arriba, silencio.
El cierraplaza tenía hechuras de torito. Serio utrero que se desplazó en el saludo con temperamento. Lo mismo en banderillas con prontitud y recorrido. Utrero con teclas, al que había que tocárselas. Dejó la cara colocada para el siguiente muletazo aunque a veces reponía, otras se frenaba, pero nunca tuvo mala condición. Varea estuvo por allí sin apretarse y se justificó. Faena con muchos muletazos y poco contenido. Silencio
FICHA DEL FESTEJO:
Plaza de toros de La Maestranza, Sevilla.
Novillada de abono. Media plaza.
Seis novillos de Fuente Ymbro, correctos de presentación y de juego variado. Destacaron 1º, 4º y 5º.
Clemente, silencio tras aviso y silencio.
Ginés Marín, vuelta al ruedo y oreja.
Varea, silencio y silencio.
Fuente: Cultoro
Torero y experto en tauromaquia. Bloguero y apasionado del mundo del toro. Comparto mi experiencia como torero en trajesdeluces.com y en el blog detorero.com .